—¿Realmente me sentí atraído por una mujer? ¿Una mujer a la que una vez desprecié y rechazó? ¿La misma mujer que le propuso matrimonio en cada oportunidad posible y él la rechazó una y otra vez? ¿Me enamoré de esa mujer? ¿Y no solo eso, sino que caí completamente por ella como si ella me pidiera rodar a sus pies con la lengua colgando lo haría también? ¿No es esto como algún tipo de la broma más grande? —se preguntaba Xiao Hua, mientras regresaba a casa con un ánimo complicado.
—Gran hermano Hua, ¿has vuelto? —preguntó el pequeño Zimo al salir de la cocina—. He preparado pescado salado Dong para la cena de esta noche, ¿quieres comerlo ahora o después del baño?