—Creo que ya estamos todos listos para el traslado —después de que Fang Chi y Xiao Hua despertaron de su breve siesta, Yu Dong los miró a ambos seguidos del pequeño ejército de niños que estaba de pie detrás de ellos. Los pequeñines estaban uno al lado del otro, mirando a Yu Dong con una mirada algo aprensiva, aunque nadie les dijo nada los pequeños eran muy perspicaces, se dieron cuenta de que algo serio estaba sucediendo, por lo que no solo se quedaron dentro de sus habitaciones sino que también evitaron dificultar las cosas a los adultos haciéndoles preguntas innecesarias.
Solo ahora, cuando Yu Dong les pidió que salieran de sus habitaciones, salieron todos llevando consigo sus juguetes y ropas favoritas.