Yu Dong asintió mientras miraba las pequeñas bolsas de tela que Fang Chi y Xiao Hua habían empacado antes de decir —Entonces moveré las ollas y sartenes, no tiene sentido dejar cositas atrás, solo flotarán con el agua.
—Yo ayudaré —tanto Fang Chi como Xiao Hua se levantaron de sus asientos pero fueron detenidos por Yu Dong, quien dijo severamente —Chi, piensa en el niño que llevas en tu vientre antes de decir que traerás algo tan pesado y Xiao Hua, todavía tienes las mejillas sonrojadas, ve y acuéstate de nuevo, sé que ambos queréis ayudarme pero la mayor ayuda sería que no os esforzarais demasiado. He oído que el doctor Gu no ha vuelto del pueblo vecino, probablemente no pueda regresar hasta que la inundación termine, sin médico, si os enfermáis o lastimáis será el doble de problema para mí, así que id a tomar una siesta.
—Pero