Yu Dong se giró a mirar a sus esposos y preguntó si pensaban que ella no entendía que Fang Chi no la perdonaría si ella ocultaba este asunto. Sabía que era así pero también sabía que si le decía la verdad, él se perdería a sí mismo causando daño al niño que estaba luchando por su vida en su vientre.
Ni Ye Liu ni Chen Mi dijeron nada, no podían traerse a sí mismos a decirle esta dura verdad a Fang Chi. Perder un hijo ya era suficientemente malo pero encima de eso, realmente perdió a la hija que tanto esperaba dar a luz, ¡si le decían la verdad entonces nunca podrían perdonarse a sí mismos porque Fang Chi seguramente los miraría con la expresión del fin del mundo y no eran lo suficientemente fuertes para enfrentar esa mirada en sus ojos!