Entonces se dieron cuenta de que Ning Zhilan tenía intenciones con ese hombre guapo. Bueno, de todas formas no tenían nada que hacer al principio. Era mejor observar la situación.
—Bien, nos vemos allí —Bai Xifeng saludó con la mano y quiso darse la vuelta.
—¿Por qué no vamos juntos? —preguntó Ning Zhilan.
—Bueno, yo voy en el carruaje con Shoukai —Bai Xifeng sonrió.
Ning Zhilan miró a Ning Shoukai, queriendo que le cediera su asiento. Sin embargo, Ning Shoukai simplemente miró hacia otro lado fingiendo que no entendía.
—Bien, ¿caminamos juntos? —sugirió Ning Zhilan.
—Lo siento. Soy una persona perezosa. No quiero caminar —dijo Bai Xifeng.
Ning Zhilan y las otras chicas se quedaron atónitas al escuchar la respuesta de Bai Xifeng. A Bai Xifeng no le importó lo que pensaran esas chicas. Volvió a subir al carruaje. Ning Shoukai también la siguió.