—¿Realmente eres un domador de bestias? —preguntó Xie Lanying.
—Sí, lo soy —Bai Xifeng asintió nuevamente.
—¿Qué no puedes hacer? —preguntó Ning Shoukai.
—Uhm... No puedo ser hombre —respondió Bai Xifeng sonriendo.
—¡Tú! —exclamó Ning Shoukai.
—Bueno, ¿podemos empezar ahora? El Tigre Escarlata está esperando —Bai Xifeng les recordó.
—Sí —Ning Shoukai asintió.
—Genial. Gryffindor, dile al Tigre Escarlata que estamos listos. Debería venir —Bai Xifeng le dijo a Gryffindor.
Gryffindor asintió y fue hacia el Tigre Escarlata.
—Por cierto, Xifeng... ¿A qué tipo de bestia pertenece tu bestia contratada? —Xie Lanying aprovechó la oportunidad para preguntar lo que quería desde que vio a Gryffindor.
—Bueno... No sé mucho sobre ello. Solo lo hice mi bestia contratada porque se ve genial así, con cabeza de águila combinada con alas y cuerpo de león —declaró Bai Xifeng.
—¿Qué? ¿Solo por esa razón? ¿No es por su fuerza? —Xie Lanying no podía creer que esa fuera la razón.