—¿Hubo algún testigo? —preguntó Amalia.
—¿Cómo podría haber recordado testigos? Recordar a Diego Luna ya es un logro. Si no hubiera sido de Sendero Celestial, podría haber matado a muchos estudiantes de Sendero Celestial... —La miró Kenny Lin como si estuviera bromeando.
Contó con los dedos.
—Deberías ser más cuidadoso. ¿A qué te refieres con 'muchos estudiantes de Sendero Celestial'? Suena como si hubieras matado a muchos. Si dices eso delante de otros, ten cuidado —podría golpearte —dijo Amalia.
—Sé que mi novia se preocupa mucho por mí. Puedo dejar de hablar de eso si lo prefieres —se rió Kenny Lin.
—¿Qué hay de Eduardo Noriega? Parecía ser un mercenario.
—Ese es complicado —de repente suspiró Kenny Lin.
—¿No hay nadie que pueda apoyarte? —se volvió seria de inmediato Amalia.
Eso podría ser un problema.
—No, he matado a demasiados mercenarios para recordar, así que, ¿quién es Eduardo Noriega? Ni siquiera puedo recordar cómo se ve —dijo Kenny Lin.