El Megalodón Primal rugió, negándose a creer en sus propios ojos, pensando que el Rey del Mar aún intentaba engañarlo.
—Creas o no, hoy es la primera y última vez que usas ese ataque —dijo el Rey del Mar.
—¿Y cómo sabes tú que no es tu última vez?
—Kenny Lin replicó mientras empujaba el símbolo yin-yang hacia adelante.
Parecía lento pero se movía con increíble velocidad.
El Megalodón Primal retrocedió inmediatamente, intentando alejarse del símbolo.
Para su sorpresa, el símbolo lo seguía implacablemente, manteniendo la misma distancia sin importar cuán lejos huyera.
El Rey del Mar observaba con los ojos muy abiertos.
No había sabido cuán poderoso se volvería Kenny Lin tras fusionarse con la perla yin-yang pero nunca había imaginado que el Megalodón Primal se vería forzado a una retirada desesperada.
La superficie del mar tembló violentamente, y una masiva oleada de energía surgió desde el lecho marino, causando que la expresión de todos cambiara drásticamente.