Ella casi se atraganta.
—¿Diablo y la criada? —solo podía imaginarse a sí misma como la pobre y desamparada criada en ese escenario.
—Eric, ¿no puedes rebajar un poco la maldad?
Él se rió mientras la llevaba al baño, besó sus labios suavemente, luego la puso en el suelo y abrió el agua caliente de la ducha.
—¿No es emocionante esto de lo más divertido?
—Ah, por cierto —continuó Eric—, hay una reunión en dos días sobre el casting para la película de suspenso. Vas a asistir, ¿verdad?
Ella recordó el proyecto venidero. El thriller era la adaptación de una popular novela en línea, y Ella había seguido personalmente al autor para firmar el trato.