Una conversación secreta

En la apartada y ultrasecreta sala de reuniones, Lucas sorbía su té levemente, perdido en sus pensamientos. Le llevó bastante tiempo concentrarse. El asunto más urgente ahora era encontrar una manera para que Ella lo reconozca voluntariamente como su padre.

—Padre, no lo pienses demasiado. La Srta. Davis sigue siendo tu hija. No importa cuánto te resienta, ese hecho no cambiará —dijo Luke suavemente, tratando de consolarlo.

Lucas asintió, sus ojos brillaban débilmente con lágrimas no derramadas. —Isabella ha estado ausente por tantos años, pero nunca he dejado de arrepentirme. Si tan solo hubiera sido más decisivo en ese entonces—si la hubiera obligado a volver conmigo, qué diferente podrían haber sido las cosas. Pero no lo hice. Creí que se había enamorado de otro. Ni siquiera tuve el coraje de enfrentarla. Tenía tanto miedo... miedo de que mi amor por ella fuera demasiado intenso y que pudiera perder el control y lastimarla.