—¡Pareces un psicólogo! —rió ella suavemente. Pretender ser una paciente durante tanto tiempo había sido tortuoso; incluso se le había negado el lujo de la risa.
El día que Eric irrumpió en la habitación del hospital y la confrontó, ella se había escondido bajo la manta, su cuerpo entero temblaba con una risa silenciosa, tratando desesperadamente de no hacer ningún ruido.
—He leído muchos libros sobre psicología —dijo Eric con calma—. El día que Hannah tuvo su accidente automovilístico, Matthew usó sus conexiones para salvarla. Luego la reemplazó con un cadáver femenino alterado para parecerse a Tiffany, consiguió que Andrew lo firmara de inmediato y mandó a cremar el cuerpo.
—¿No se supone que el sistema de salud del País W es increíblemente estricto? ¿Cómo es eso posible? —estaba atónita.