¡Sal de aquí!

—Por cierto, el piloto parece ser parte de la familia Scott también. Ten cuidado. Iré a buscar una excusa para llevarlo al avión. Tú espéralo allí —susurró Carly, sus ojos brillando con determinación mientras le entregaba una memoria USB a Ella.

—Esto… contiene todas las pruebas incriminatorias contra el Dr. Scott. No quiero que siga viviendo en este mundo.

Ella asintió, con los ojos ligeramente húmedos. No estaba segura de cómo expresar su gratitud.

—Señorita Carly…

—No necesitas agradecerme. Yo distraeré a los demás por ti.

Si su suposición era correcta, todavía había dos guardaespaldas afuera. Carly estaba decidida a alejarlos.

Ella frunció el ceño.

—Pero... ¿y tu seguridad?

—Para alguien como yo, si vivo o muero no hace mucha diferencia —respondió Carly, su voz desvaneciéndose como un susurro en el viento. Se dio la vuelta y caminó hacia la salida.

Ya estaba insensible. Si dejaba este lugar, realmente no sabría cómo sobrevivir.