—Eso es una imposibilidad con el vínculo de compañeros, cariño —susurró Carter junto a su oído—. Déjame mostrarte.
—Cierra los ojos —instruyó él— y recarga tu cabeza en mi pecho. Deja que tu corazón lata al ritmo del mío. No dejes entrar ningún otro pensamiento y escucha cómo nuestros corazones se enlazan con el vínculo de compañeros.
Ella se relajó, haciendo lo que Carter le había dicho, y un profundo suspiro salió por su nariz a medida que toda la tensión de sus músculos se relajaba y abandonaba su cuerpo.
Dahlia sintió su propio corazón temblar dentro de su pecho mientras se aceleraba al compás del de su compañero. "Badump… Badump… Badump…" el latido resonando en sus oídos hasta que fue todo lo que podía oír.