Carter entrecerró los ojos, molesto, hacia Andre. —Por el amor a todo lo sagrado. Contrólate, hombre, y deja esa bazofia que estás bebiendo. Te ha afectado la cabeza y la ha convertido en puré.
—Snif, snif...
Carter escuchó a Andre sollozando. Todavía no los había soltado a él ni a Dahlia de su abrazo aplastante.
Carter preguntó:
—¿Estás llorando? —su voz estaba teñida de burla.
Andre mantuvo la cabeza gacha mientras asentía en respuesta. —¿Y si ella dice que no esta noche cuando le pida su mano en matrimonio!? —se retorcía las manos nerviosamente—. No creo que mi corazón lo soportara si Mielle rechazara mi propuesta.
—Por el amor a la tierra, suéltanos... Andre, ve a recuperar tu cordura, soldado —Carter repitió y amonestó bruscamente, usando sus manos para empujar al gigantesco paladín para que pudieran respirar.