—Por mucho que al Alfa Angus le disgustara la guerra y temiera las consecuencias de perder a un solo miembro de la manada, odiaba y temía al Rey Minbury y a sus caballeros reales aún más, deseando nada más que destruir a cada uno de ellos.
Se encontraba en el umbral de la fortaleza, sabiendo que debía decidir si resistir junto a Everton y al Duque Thayer o huir.
Al echar un vistazo ansioso a su manada, notó que sus miembros lo observaban atentamente, sus asentimientos de aprobación le aseguraban su decisión.
Podían oír sus pensamientos sobre el asunto y entendían que era una empresa que los afectaba a todos y que debía ser tomada por todos. No dejar a un solo miembro cargar con toda la responsabilidad.