Dahlia ya sentía la debilidad apoderándose de sus músculos y huesos. Sentía el comienzo de una fiebre, y sus articulaciones le dolían y ardían mientras permanecía desnuda y oculta en la oscuridad del bosque.
Mientras reflexionaba sobre la información que Rory acababa de explicar, Dahlia se había transformado de nuevo en humana. Rory estaba tan débil que ya no podía mantener su forma de lobo.
—¿Dahlia, estás bien? —preguntó Rory. Podía sentir su miedo, soledad y preocupación por su compañero y el dolor que estaba experimentando.
—He tenido días mejores —respondió Dahlia de manera seca a la pregunta de Rory.
Entonces Dahlia notó el ensordecedor silencio en su cabeza. Algo iba muy mal. Nunca podía apagar las voces de la manada sin la ayuda de Carter.
Dahlia tenía curiosidad, así que preguntó, —Rory, ¿puedes comunicarte mentalmente con Gideon y averiguar dónde han llevado a Carter? Necesito encontrarlo y asegurarme de que esté bien.