Los dedos de Jian Yufei, descansando sobre la barandilla, se movieron ligeramente.
Si ella derribara la escalera, ¿él caería hasta morir?
La respuesta era que no moriría, pero sí se lesionaría o quedaría lisiado, y ella también estaría en problemas, enfrentando prisión o consecuencias peores.
Así que decidió no hacerlo.
Jian Yufei apretó sus manos con fuerza, obligada a mirar impotente mientras él escalaba la escalera y entraba al balcón, apareciendo majestuoso como si una deidad descendiera ante ella.
—Pensé que derribarías la escalera. —Cuando los pies de Ruan Tianling tocaron el suelo, eso fue lo primero que le dijo.
Jian Yufei pensó para sí misma, realmente había considerado esa idea, pero incluso si la derribara, no lo mataría.
—No esperaba que recurrieses a escalar balcones —comentó sarcásticamente.
Ruan Tianling soltó una risa triunfante.
—¿No te parece que estamos teniendo un amor secreto?
—…
—Como Romeo y Julieta.
—Yo no soy Julieta.