Los jueces entonces se acercaron a la chica que había saboteado la mesa de Natalie. —Señorita Kara, estamos realmente decepcionados por tu actuación. Tu trabajo parecía el de un amateur que no tenía idea de lo que estaba haciendo. Me pregunto cómo incluso calificaste para esta competencia. No has mostrado ningún respeto por el espacio de trabajo ni por el proceso de creación. Necesitas trabajar más duro, o quizás deberías abandonar este campo por completo.
Al escuchar esto, la expresión de Kara cambió, y tartamudeó:
—Lo siento.
Internamente, estaba en pánico. ¿Acabo de arruinar mi propia carrera? Mucha gente está viendo esto. ¿Qué pasa si no consigo un trabajo en la industria del perfume? Mi sueño de trabajar para una buena compañía... ¿qué pasará ahora?
Su mirada se desplazó hacia Briena, quien la ignoraba deliberadamente. «Esta perra, ella me hizo hacerlo ofreciéndome dinero», pensó Kara enfadada.