—El enojo no es bueno para tu recuperación. Necesitas mantener la calma y hablar las cosas —dijo suavemente.
—¿Estás calmada ahora? ¿Debemos hablar? —preguntó él.
—Hmm —respondió ella en voz baja.
—Hay gente tratando de hacerte daño. Por eso no quiero que te quedes fuera por mucho tiempo hasta que los hayamos identificado y sepamos su propósito —explicó Justin.
—¿Intentando hacerme daño? —reactivó ella, levantando la cabeza para mirarlo.
—Y son gente peligrosa, no simples rufianes al azar —asintió él con un murmullo, encontrándose con su mirada.
—¿Por qué alguien querría hacerme daño? —preguntó ella, frunciendo el ceño—. ¿Es mi familia otra vez?
—La gente contratada es de Sombras Oscuras. Debes haber oído hablar de ellos cuando estabas en Xyros —respondió Justin.
—Los Ford no son tan osados como para contratarlos. Sus acciones se limitan a trucos baratos, como enviarme a lugares peligrosos y esperar que ahí muera por mi cuenta —asintió Natalie pensativa y dijo.