Ocupado con la amante

El banquete continuó, con todos esperando ansiosamente ver si llegaría el CEO de NextEra, incluso si había la más mínima posibilidad de su aparición. Mientras tanto, disfrutaban de las bebidas y las conversaciones.

Natalie estaba sentada en una de las mesas, mirando frecuentemente su celular mientras bebía vino, su expresión lejos de estar complacida.

—Deja de mirar tu teléfono de una vez —dijo Mia frunciendo el ceño—. No es como si fuera a saltar de él si sigues mirando.

En respuesta, Natalie se bebió el vino de su copa de un trago y la golpeó sobre la mesa. Hizo señas a un mesero y tomó dos copas más de vino.

—¡Cálmate! Ya has bebido suficiente —advirtió Mia—. Cuando él regrese, podrás tomar tu venganza. Pero no te emborraches en una fiesta tan grande. Tienes una imagen que mantener como CEO.

—¡A la mierda! —replicó Natalie antes de terminar otra copa.

—¿Ganas de una nalgada? —Mia bromeó, riendo—. Le diré a tu esposo que estás pidiendo que te rompan la espalda.