Llegó a Belvorn

Al día siguiente, Natalie tenía que partir hacia Belvorn. Justin ya había hecho todos los preparativos para ella y vino a despedirla al aeropuerto. Dentro del coche, no pudo evitar preguntar —El gran Justin Harper también debe estar invitado. ¿Finalmente harás una aparición pública?

—Si lo hago, entonces me temo que no podré alejarme de mi esposa —respondió él.

Natalie lo pensó. ¿Estaba lista para dejar que todos supieran quién era su esposo? Mantenerlo misterioso parecía más efectivo en ese momento.

—Debes tener mucho trabajo —dijo ella—. Una vez que me haya ido, asegúrate de no excederte trabajando y de cuidarte.

Justin la miró fijamente sin palabras, una leve sonrisa burlona dibujada en sus labios. Ella le estaba diciendo indirectamente que no viniera a Belvorn.

Llegaron al aeropuerto. Antes de que Justin pudiera salir del coche, Natalie habló —Puedo ir. No te molestes.

—Parece que mi esposa se avergüenza de ser vista conmigo —comentó él.