Un silencio atónito llenó la habitación. Todos se giraron hacia la entrada, sus ojos se agrandaron al ver a una joven impresionante caminar grácilmente por el pasillo.
La vista ante ellos era hipnotizante.
Natalie lucía impresionantemente bella en un glamuroso vestido de noche color champán con hombros descubiertos. La delicada tela estaba adornada con un fino bordado dorado, dándole un aire de elegancia etérea. El vestido presentaba una silueta de sirena ajustada al cuerpo, abrazando su figura perfectamente curvada antes de ensancharse en el dobladillo, creando un efecto dramático pero regio.