El Plan de Caryn

La reina, que había estado paseando, finalmente se detuvo y se apresuró hacia la entrada de su residencia. Vio a una mujer enmascarada sentada en una silla de ruedas, un hombre en traje detrás de ella y algunos guardias de seguridad, ya que los coches ya se habían marchado.

La reina se congeló en su lugar en el momento en que sus ojos se posaron sobre su hija. Tantas emociones apretaron su corazón, y ninguna en la que pudiera poner el dedo. Solo sabía que su hija estaba viva, y finalmente de regreso.

La silla de ruedas de Caryn avanzó mientras presionaba el botón en ella. A diferencia de la reina, Caryn ya no estaba emocional, sino que era su ser habitual. Cuando miró alrededor del lugar, pudo recordar aquellos vagos recuerdos de este lugar, pero los apartó.

—¿Carmen? —la reina la llamó suavemente cuando finalmente se enfrentaron.

—Madre —dijo Caryn mientras se quitaba la máscara, su voz firme, sin emociones en sus ojos.

—¿Cómo has estado? —preguntó la reina.