Al día siguiente, cuando Natalie finalmente estaba tranquila y había salido de su tristeza después de dormir toda la noche, Justin le informó.
—Tu madre ha ido a Belvorn.
—¿Qué? ¿Cuándo? —Natalie saltó de la cama—. No me lo dijo. ¿Hay algo de lo que preocuparse? Ese Howard y su hijo…
—Cálmate —Justin la aseguró—. Fue un plan de último momento que hizo. Se fue esta mañana.
—Umm… mientras todo esté bien. —Ella abrazó a Justin—. Es bueno que se encuentre con su madre.
Justin tarareó, y ella lo miró como si hubiese caído en la cuenta de algo. —¿Ha ido sola, sin seguridad?
—¿Dudas de su inteligencia? —Justin respondió—. No te preocupes, ella estará bien.