Este capítulo es desde la perspectiva de un cierto reptil delgado (Xu Hu Zhe)
Xu Hu Zhe se agazapó tranquilamente en su rincón del patio, su mirada fija en los intrincados patrones del sendero empedrado. No era de los que llamaba la atención sobre sí mismo, prefiriendo la solaz de sus propios pensamientos a cualquier actividad bulliciosa a su alrededor.
Las escamas en su rostro, remanentes de su linaje profundamente oculto, brillaban suavemente en la luz del sol, un recordatorio de su pasado desconocido y su futuro incierto.
A pesar de sus humildes orígenes, Xu Hu Zhe había encontrado un lugar entre los afortunados miembros de la familia Xu, gracias a la benevolencia de Xu Feng.
El joven maestro lo había acogido, ofreciéndole refugio, educación y un sentido de pertenencia que nunca antes había conocido. Pero con esta nueva seguridad llegó una carga de conocimientos, secretos que llevaba en silencio dentro de sí.