—El área tras bambalinas era un caos de energía nerviosa y papeles susurrantes.
Melisa se encontraba cerca de una de las cortinas, tratando de no juguetear demasiado obvio con sus tarjetas de notas.
«Vaya. ¿Así es como las celebridades siempre se sienten? Nunca pensé que estaría en esa posición.» Trataba de ignorar el temblor en sus manos. «Ok, respiraciones profundas. Solo tengo que convencer a todos de que los nim no son malvados. Eso es literalmente todo, ese es mi único objetivo.»
Alguien carraspeó cerca, y Melisa alzó la vista para encontrarse con una chica rubia que la miraba como si le hubiera insultado personalmente su árbol genealógico completo.
—Entonces —dijo la chica, lanzando su cabello de lo que probablemente debería ser una forma intimidante—. ¿Finalmente decidiste honrarnos con tu presencia?
Melisa parpadeó.
«... ¿Quién demonios es esta?»
—Eh —dijo ella elocuentemente—. ¿Te conozco?
El rostro de la chica se puso de un interesante tono rojo.