—Estuviste coqueteando con ella —Elena habló con una voz severa. Harold estaba buscando a Hazel en la habitación, un profundo ceño se instaló en su rostro cuando no la encontró. Aún no había terminado con esa mujer.
Pero con la mujer que estaba sentada con él. ¡Estaba completamente acabado con ella! Ella nunca podía leer el ambiente y solo sabía quejarse. Forzó el ceño fruncido que se formaba en su rostro y en lugar de eso sonrió.
—Yo solo estaba dejando la impresión de un esposo con el corazón roto, Elena. Para que cuando más tarde compitiera conmigo por el contrato, todos pensaran que era una mujer fría y codiciosa. Y si llega la oportunidad de votar, todos votarán a mi favor —explicó y finalmente ella parpadeó y se quedó en silencio.
—¡Oh! ¡Ohhh! —La sonrisa creció en su rostro e irritó aún más a Harold. No podía creer que ambas fueran hermanas.