Damien se detuvo justo cerca de la puerta, pero su aura era oscura. Como si su cuerpo entero emitiera una advertencia de no acercarse. Podría matar si se agitaba.
Sasha frunció el ceño e intentó tomar el control de Killian, pero él ya estaba a un paso de distancia.
—¿A qué familia pertenecía? —miró a Eva y luego a Damien cuando él intentó cubrirle la cara—. Me refiero a su familia de soltera. —Por un segundo, Killian sintió que Damien no respondería.
Sus ojos se oscurecieron más tras escuchar la pregunta. Quería asegurarle a Damien que no tenía interés en la mujer. Pero no pudo decirlo. Esto lo desconcertó aún más. ¿Quién era esta mujer? La pregunta se sentía como plomo entre ellos, el silencio era ensordecedor pero solo Sasha lo sentía. Killian estaba mirando a la extraña mujer.