—¿Cómo sabías eso? —La serpiente en su mano desapareció instantáneamente y ella parpadeó.
—¿Cómo sabía qué? —sus labios se juntaron en una línea delgada. No podía ser una coincidencia que ella la acariciara de esa manera. Justo como cómo su madre había acariciado a la serpiente. Pero la cantidad de presión que su madre había añadido en la garganta de la serpiente, la había dejado inmóvil. Mientras que la serpiente aún podía moverse en las manos de Eva. Se sentía extraño verlo de esa manera.
—¿Qué es exactamente un mago oscuro? Y si mi madre te detesta, ¿por qué la seguiste? —sus ojos centellearon en shock nuevamente.
—Pensé que no recordabas tu pasado. —ella asintió. No lo recordaba lo suficiente, pero lo había visto venir en el momento en que su madre se fue con los clérigos.
Los clérigos parecen estar trabajando con su madre. Pero su madre no estaba feliz allí.