Diez Años De Vida

Sin otra opción, el grupo tomó la decisión unánime de avanzar. En ese momento, estaban en un túnel estrecho y débilmente iluminado que conducía a un destino desconocido. Una tensa calma flotaba en el aire mientras todos se preparaban mentalmente para cualquier circunstancia imprevista. Durante un tiempo, solo los ecos de sus pasos cautelosos, los latidos acelerados de sus corazones, y el suave susurro del aire en movimiento llenaban el espacio.

Shen Nianzu contó el tiempo en silencio dentro de su corazón. Veinte segundos… sesenta… ciento veinte… Al llegar a la marca de dos minutos y medio, empezó a sentir un cambio vívido en su cuerpo. Sus extremidades se extendieron, y su perspectiva de repente creció más alta. Con un jadeo, levantó sus manos y presenció una transformación rápida delante de sus ojos. Las pequeñas manos de un adolescente continuaron creciendo hasta convertirse en las manos que conocía íntimamente.