¡Muere, muere, muere!

El aire colgaba pesado con el silencio mientras el grupo avanzaba, centrándose en alejarse del núcleo del laberinto. Cuanto más avanzaban, la cacofonía de estruendos y erupciones se desvanecía en un eco distante hasta que todo lo que podían oír eran sus apresurados pasos y respiraciones laboriosas. Fue entonces cuando Noir decidió romper el silencio,

—¿Qué es él? —su intensa mirada se posó sobre Shen Nianzu—. Él... incluso puede invocar la Pesadilla aquí. ¿Qué es exactamente él?