Una brisa particularmente fría pasó, haciendo crujir las hojas marrones en el suelo y enviando escalofríos por la espalda de Gu Luoxin. Se le erizó la piel en los brazos y su nariz comenzó a picarle con ganas de estornudar.
—¡Ha–ha—hachoo!
Resoplando, Gu Luoxin se frotó los brazos para generar algo de calor. No había sentido nada durante su llamada telefónica con Noir, pero la temperatura había bajado tanto últimamente que debería cambiar a ropa más gruesa para evitar resfriarse. Mirando su teléfono, Gu Luoxin sacudió la cabeza vigorosamente y se dio unas palmadas en las mejillas como medida extra.
«¿De qué tienes miedo, Xinxin? Tienes dos compañeros de equipo divinos, tu rango general está en el top 50 de todo el país, tienes una propiedad divina, además… ¡Senior también irá contigo!»