Zhao Huangzhi no midió sus palabras y fue directo al grano. Esto es lo que había estado esperando. Para esto compró un vestido. Con Su Xin huyendo, Qie Ranzhe estaría demasiado avergonzado tras haber sido abandonado en el altar por ese escoria de hombre.
Podría aprovechar la oportunidad para convencerlo de que se casara con ella en su lugar y solucionar la situación. Los invitados no se atreverían a cuestionar su decisión y aun así habría una boda. Con este pensamiento en mente, Zhao Huangzhi estaba decidida en su decisión, pero ¿quién hubiera pensado que Zhao Hua se negaría?
—No, no, no puedo en buena conciencia involucrarte en este lío. Sabes cómo es el temperamento de Qie Ranzhe. No puedo arrastrar a toda la familia a esto —exclamó Zhao Hua continuando con su actuación.