Ling Feng se sentía desesperado. ¿Cómo podía ser la cabeza del Diablo tan dura? Su golpe con toda su fuerza, que podía incluso derribar a un elefante, solo dejó una marca roja en la cabeza del Diablo. ¿Sería todo su esfuerzo en vano?
Apriétando los dientes en frustración, Ling Feng pensó, si no aprovechaba esta oportunidad para matar al Diablo, ¡las consecuencias serían inimaginables!
—¡Debo matarte, definitivamente debo hacerlo! —Ling Feng apretó tanto los puños que sus uñas perforaron su carne, y la sangre goteó entre sus dedos.
De repente, Ling Feng sintió un calor en la palma de su mano derecha. Abrió la mano y vio la Cicatriz de la Espada y la Vaina de Espada fusionándose gradualmente, y percibió un mensaje tenue.
¡Sintió el mensaje y casi estalla en lágrimas!
¡Era la Espada Mo Yu! ¡La Espada Mo Yu había despertado!
Aunque el aura de la Espada Mo Yu aún era muy débil, su despertar era la mejor noticia para Ling Feng.