capitulo 4 (mi mano derecha Samuel)

Él se quitó de arriba de ella y se quedó dormido. Ella salió de la habitación entres lágrimas y se fue a su habitación a darse una ducha, se acostó en su cama y quedó perdida en su pensamiento hasta que se durmió.

A la mañana siguiente Dylan se levanta de la cama y se da una ducha, entonces le llegó un recuerdo de lo que pasó la noche anterior. —porque hice eso—se susurró para sí mismo.

Una vez que salió de la ducha alguien tocó la puerta.—pase—dijo el con una voz suave.

Cuando la puerta se abrió era más y menos que un hombre.—señor encontramos al que no traicionó con la otra mafia— dijo él hombre.

Dylan era un mafioso, uno de los más grandes del país, él sabía todo lo que se movía por que él era el ceo, las empresas más grandes del país entres su mayoría era todas de él, era él hombres más poderosos que hayas visto en todas tu vida.

—ok, Samuel —le dijo mientra entraba a su clóset.

—que vamos hacer con el— dijo Samuel.

Samuel es la mano derecha de Dylan ese es en la única persona que confía Dylan—matarlo, quiero que lo mate, pero antes de eso torturado para ver si tenía cómplice— dijo con una voz fría.

-ok, me enteres que te casaste, quien es la afortunada— le dijo Samuel con risa. Dylan sé que callado. —pensé que nunca te ibas a casar que te pasó— le dijo Samuel con entres risas.

Samuel también de ser la mano derecha de Dylan también era su mejor amigo y estaba bromeando de que su amigo se habia casado.

—Si— dijo Dylan entre dientes.—mmmm, ya veo— dijo Samuel.

Y cómo es ella— dijo Samuel con curiosidad. —para que quiere saber eso, no es asunto tuyo—dijo Dylan molesto.

—ahora, puede salir que me voy a vestir—dijo Dylan. -si- respondió Samuel.

Una vez solo en su habitación no podía deja de pensar en lo que había pasado en la noche.—que me está pasando—dijo el sentado en el sofá de su habitación.

Entró nuevamente a su clóset, agarró un traje negro de diseño le quedaba increíble se veía bien guapo, salió de su habitación hacia el comedor, y está una mujer sentada de espaldas esperando, cuando él entró al comedor era nos más que Anna.

—como la pasaste anoche—preguntó ella con una voz, para ver qué le contestaba el hombre que estaba frente de ella.

—bien— y se sentó en la mesa.— y el desayuno todavía has estado— preguntó el hombre.—Si, solo te estaba esperando a ti— le dijo ella con una voz fría.

—y Emma ¿donde está? ¿Por qué no ha llegado?— le preguntó el molesto. —pero yo pensé que solo éramos nosotros dos que íbamos a comer juntos. —eso fue en el pasado, ahora ella es mi esposa y tiene que estar aquí al lado mío—dijo el molesto.

—Quiero que la mande a buscar ahora mismo—dijo el molesto. Ella le hizo una seña a una de la sirvienta, la sirvienta se movió hacia ella y le dijo —quiero que traiga a la señorita Emma a comer ahora mismo— si señora y la servienta se retiro de el comedor.

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Del otro lado Emma se acababa de levantar, cuando le llegó los recuerdos de la noche —oh,Dios no—dijo tapándose la cara.

Se paró de la cama y se dirigió al baño para ducharse, después de haber pasado un rato en el baño salió para vestirse, cuando escuchó un golpe en la puerta—pase— dijo ella ansiosa. —Señora la están esperando en la mesa—dijo la sirvienta.

—A mi, ¿Quién?—dijo ella confundida. —su esposa—le dijo la sirvienta con una sonrisa.