Después de un momento de caos, Bobby aterrizó en el suelo con un golpe. Miró a su alrededor pero no vio rastro de Sarah ni de Loki. «Supongo que el remolino nos teletransportó a cada uno a diferentes lugares», pensó. Su conexión con Loki era débil, pero sabía que todavía estaba vivo. «En realidad, estoy más preocupado por la seguridad de Loki que por la mía», pensó, riéndose para sí mismo. Loki era inteligente; su habilidad para evitar el peligro era más fuerte que la suya.