—¿Ruinas del Santo Púrpura?
El corazón de Bobby dio un vuelco. Este debía ser el nombre de esta Tierra del Legado.
Lara parecía saber mucho sobre el área. Era evidente que había varios clanes compitiendo. —Cuéntame más —le dijo ella. Un látigo hecho de rayos apareció en su mano.
Lara estaba atrapada dentro de la prisión de ucero que él había creado. No tenía sentido del tiempo. Bobby podía manipularla fácilmente con su energía mental y ojo espiritual. Lara lo miró y se dio cuenta de que él tenía un poderoso linaje ocular. —Si me niego a cooperar —pensó desesperadamente—, tendré que soportar una cantidad interminable de tortura. No hay manera de que pueda escapar. Sintió un dolor insoportable en su mente que era mil veces peor que el dolor físico.