Merecemos un poco de diversión

Demitri llegó a la oficina por la tarde y se dirigió directamente al mostrador de recepción. Nora estaba absorta en su trabajo, sus dedos se movían rápidamente sobre el teclado, cuando el sonido de alguien aclarándose la garganta captó su atención. Levantó la cabeza y se encontró con la presencia familiar de Demitri. Ofreciéndole una sonrisa cortés, lo saludó profesionalmente.

—¿En qué puedo ayudarlo, señor? —preguntó, manteniendo un tono formal.

El ceño de Demitri se frunció ligeramente. —No me llames 'señor', —dijo con un leve disgusto.

—Usted tiene un rango más alto que yo —respondió Nora.

Demitri se rió entre dientes, negando con la cabeza. —¿Estamos en el ejército?

Ella le regaló una pequeña sonrisa, pero eligió no discutir.

—¿Tienes tiempo libre después del trabajo? —preguntó él.

—Sí. ¿Por qué? —Nora preguntó, inclinando ligeramente la cabeza.