Sobrevivir

Las balas no iban a estar por mucho tiempo, tanto el oficial como Daewon tragaron saliva al darse cuenta que el único que estaba disparando era Jisung, ya que ellos no tenían para más. Daewon observó como todas las personas gritaban, muchos se quedaban helados del miedo siendo presas fáciles para los infectados, otros corrían al igual que ellos y otros…, logró ver a Shiwon entrando a una tienda de cosméticos junto a sus padres, tan pronto como sus miradas se cruzaron oyó su voz.

— ¡Por aquí!

Jisung corrió tomando la delantera, los dos lo siguieron detrás buscando sobrevivir al ser el único que podía matar a los infectados en estos momentos.

Los tres entraron a la tienda antes de que sea cerrada, la gran cortina de acero cubría la vitrina de cristal de la tienda, era pequeña, pero supieron que era un refugio para los empleados que estaban trabajando cuando empezó todo el caos. Shiwon estaba hablando con uno de los empleados, luego se acercó a Daewon abrazándolo por el cuello siendo muy cariñoso, algo que hizo que el oficial a su lado abriera los ojos de sorpresa.

— ¡Daewon oppa! —Shiwon chilló como un colegial—. Encontré un lugar para estar a salvo, ¿No estás orgulloso de mí?

Habían tres personas más en aquel lugar, eran los empleados, pudo leer sus nombres colgados en la etiqueta de sus ropas, dos hombres y una chica. Daewon no le dio importancia a las muestras de cariño de Shiwon y menos a las miradas avergonzadas del público, su mente estaba en encontrar algo necesario para defenderse.

Sacó la radio que tenía escondida en su casaca, necesitaba contactar con sus compañeros de cuartel, sabía que estaba en problemas al no estar custodiando, pero esperaba que le entendieran.

— Hola…—Carraspeó caminando lejos buscando privacidad, aunque Shiwon no captó esa indirecta al acercarse acomodando su mentón en su hombro—. Aquí el cadete Kang Daewon del equipo de apoyo voluntario del escuadrón 52, me presento, cambio.

— ¡¿Dónde mierdas estás?! —La voz de su amigo Namwoo habló por la radio—. Oye, no te puedo cubrir mucho tiempo.

— Namwoo, gracias. —Sonrió levemente, estaba aliviado—. Escucha, hay un problema.

— Si, tienes muchos problemas. Primero escúchame a mí, el superior acaba de dirigirnos al límite con Jenju, si no estás aquí serás penalizado y acusado de cargos por desertor.

— ¿Está el sargento Kim? —Ignoró la advertencia de Namwoo.

— Está tratando con el teniente, le comenté tu situación, pero no va a tolerar que no estés apoyando. —Suspiró—. ¿Sabes que se va a decretar la emergencia nacional? Quieran o no, están en el caos, incluso nosotros.

— No llegaré. —Namwoo gritó sintiendo su alma ser elevada al cielo—. Hay hordas de infectados afuera, estoy refugiado en una tienda en el cruce de la calle 5, estoy a la espalda del centro comercial.

— Oye, dijiste que irías a la estación y volverías. —Hubo un silencio—. Le comunicaré a Dongsun que no estás ahí, de seguro está esperándote. —Soltó un jadeo, parecía estresado—. Vas a deberme una muy grande, Daewon.

— Por favor. —Sonó casi como un ruego y eso hizo a Shiwon hacer una mueca—. Namwoo, te juro que si me mandas un…

— Olvídalo. —Interrumpió—. Todos los equipos están muy lejos de tu zona, sería bueno que te movilizaras hacia la calle 10, pronto estará el pelotón 16 del sargento Wang Kangdae, puedes unirte a ellos.

— ¿Wang? —Trago saliva pesadamente.

— Si…Wang. —Daewon sabía que detrás de la radio estaba Namwoo sonriendo—. Seguro te hará caminar desnudo con un arma, pero estarás a salvo con ellos. Nos vemos, cambio y fuera.

La radio dejó como último ruido la estática, Shiwon miró el semblante oscuro de Daewon, parecía como un perro regañado.

Pronto llegó Jisung junto al oficial, ambos trataron de conversar con Daewon, pero este solo asentía estando fuera de lugar, parecía ser un soldado luego de una guerra con un final de victoria para el bando opuesto. Esa cara estaba más deshidratada que una persona en el desierto.

— ¿Crees que sea factible que busquemos munición en las comisarías? —Daewon solo asintió dejando a Jisung parpadeando confundido, era raro verlo contestar a la primera—. ¿Estaría bien que salgamos ahora? —Otra confirmación—. ¿Eres pareja de Shiwon sunbae? —Daewon nuevamente asintió y Jisung supo que estaba preguntándole a alguien que estaba en otro mundo.

Shiwon se cruzó de brazos bufando ante la pregunta que hizo Jisung para saber en que estado se encontraba Daewon. Su nuevo amor platónico parecía rechazarlo indirectamente.

— Señor Daewon. —Habló el oficial—. Oí que eras militar…

Shiwon codeó a Daewon sacándolo de su trance, este sacudió un poco la cabeza y miró confundido al oficial, pues ahora le tocaba a su mente recordar y procesar la plática anterior.

— He pensado también entrar en las fuerzas. —Dijo nervioso el oficial—. Pero, ya que tú estás dentro, sería mejor que pudieras llamar a tu equipo y llegar a una zona segura.

— Ah, sí. —Soltó recordando el mensaje—. Bueno, en la calle 10 vendrá un pelotón, pero estamos muy lejos y no tenemos munición, si salimos sin un plan seremos comidos.

— Por eso propuse ir a las comisarías. —Jisung entró en la conversación.

— No creo que sea una buena idea. —Daewon mostró su verdadera postura—. Ir a un sitio que también es un foco infeccioso nos volverá un bocadillo. —Miró al oficial—. No es por denigrar a tu oficio, pero es probable que las municiones sean contadas en uso y la mayoría de capacitados, es probable, que estén en fuga o concentrados como nosotros en estos lugares. —El oficial suspiró asintiendo—. También hay que tener en cuenta que somos los únicos que hemos descubierto que la forma de matarlos es con dos disparos a la cabeza, la mayoría piensa en disparar sin analizar, y si es que logran llegar al punto.

Shiwon sentía su corazón latir cada vez más por Daewon con cada palabra que salía de su boca, parecía tan serio y calculador que le estremecía su cuerpo, le encantaban esos hombres. Jisung y el oficial sentían que sus planes eran derrumbados ante la observación de Daewon.

— Entonces, ¿Qué haremos? —Jisung hizo la mejor pregunta en esa situación.

Daewon se dio su tiempo para observar a todos dentro de su panorama, estaban personas útiles como personas que no lo eran tanto como sus padres, le dolía saber que eran una población con mayores riesgos a comparación de Jisung o Shiwon. Si su grupo nuevo tenía personas jóvenes en su mayoría y eran valientes para enfrentarse, podrían salvarse de no ser infectados. Claro que también tomó en cuenta las debilidades producidas por los nervios como todo ser humano, pero podía haberle tocado un equipo peor.

Observó a su hermano sentado al medio de sus padres mientras acariciaban a la gata que trajo Shiwon, luego dirigió su mirada a los empleados que estaban conversando entre ellos, posiblemente debatiéndose si dejarlos por más tiempo, eso le preocupaba, no podía confiar, el ser humano buscaba su supervivencia y conveniencia. Era una situación que lo ponía de nuevo en la misma decisión: ¿Salir y darlo todo o quedarse y esperar a la muerte?