POR FAVOR PLATA, FÓLLAME(2)

Silver rodeó delicadamente con su lengua el clítoris de ella y comenzó a succionarlo mientras continuamente hundía su dedo dentro de ella. Era sabrosa pero estaba adolorida.

Ann movía sus caderas, luchando en el placer. Sus manos se abrieron camino hacia su clítoris, frotándolo violentamente. —Oh, jódeme más fuerte Silver. Gritó cuando sintió que su orgasmo se acumulaba.

Al escuchar a Ann gritar pidiendo más, Silver introdujo su tercer dedo dentro de su núcleo que se ensanchó a su tamaño y Ann jadeó. —Ohhh joderrrr. Gruñó y apretó su muslo mientras su orgasmo se deslizaba por su núcleo. Comenzó a jadear fuertemente después de haber logrado su liberación antes de abrir bien sus piernas.

—Maldita sea Ann, eso fue caliente —dijo Silver, retirando sus dedos mojados de su núcleo. Estaban cubiertos con fluido mojado el cual observó con diversión.

Ann se sentó sobre su codo con las piernas aún abiertas, —¿Qué? No actúes como si nunca hubieras visto un orgasmo antes —dijo y Silver rodó los ojos.

Se levantó, —¡Deberías estar agradecida de que te follé! —dijo Silver.

—Sí, con una condición —dijo Ann y Silver se lamió los dedos mojados antes de subir gateando a la cama.

—Entonces deberíamos terminar lo que hemos empezado —dijo Silver con una sonrisa diabólica. Suavizó sus labios contra los de Ann y comenzó a besarla ásperamente. Agarró el seno izquierdo de Ann y la empujó hacia abajo en la cama.

—Ahhh... —Ann ahogó un gemido mientras la pequeña mano de Silver amasaba su pecho. Llegó al pecho de Silver y lo agarró, masajeándolos sobre su sujetador. Ann gimió de placer mientras ajustaba su cuerpo contra el de ella. Silver agarró su pecho y la volcó. Se sentó encima de su estómago, sus dos manos sujetando las manos de Silver por encima de su cabeza en la cama para que no se moviera. Inclinó su rostro hacia su cuello, dejando una estela de besos abiertos de boca desde su cuello hasta su pecho.

Silver respiró profundo, estaba en un placer profundo, sintiendo los suaves labios de Ann por todo su cuerpo.

Los labios de Ann alcanzaron su camiseta, rápidamente la levantó y la sacó. Subió el sujetador de Silver hasta su cuello y sin esperar atacó su pecho izquierdo, succionándolo ásperamente mientras su otra mano masajeaba ligeramente su pecho.

Silver sacó su sujetador y lo lanzó, respirando profundamente en placer. La lengua caliente de Ann recorría su pezón, endureciéndolo.

La mano izquierda de Ann viajó hacia abajo en sus pantalones hasta que entró en contacto con su vagina. Silver abrió bien las piernas, dándole la bienvenida mientras frotaba su clítoris violentamente.

La respiración de Silver se aceleró y su pecho subía y bajaba en excitación. Sabía que su amiga era muy buena en esto y por eso prefería tener tríos a veces.

Ann dejó caer besos húmedos mientras seguía hacia su falda. La bajó junto con sus pantalones y Silver movió sus caderas impacientemente. Enterró su rostro entre sus muslos y comenzó a batirse con su lengua dentro de su núcleo. Silver estaba intoxicada de tanto placer, agarró su pecho mientras gemía.

—Ahhh... justo así Ann... por favor... no pares —gritó Silver con la boca bien abierta.

Ann esparció su saliva en su vagina y devoró su coño, succionándolo todo.

—Oh sí...agggggghhhh....hhhh... —gemía Silver incontrolablemente.

Su núcleo liberó más fluido cuando el dedo de Ann se deslizó por sus pliegues hasta que se abrieron. Introdujo sus dos dedos dentro de su núcleo y comenzó a golpearlo ásperamente.

—Oh sí... más fuerte... más fuerte —gritó Silver mientras arqueaba las piernas hacia arriba.

Ann aumentó el ritmo y empujó sus dos dedos más profundamente dentro de ella.

—Aaaaaaaw...hhhhh... —gritó Silver, con las piernas temblando mientras estallaba con una ola de fluido. Ann subió a la cama y tomó la cara de Silver y la besó en los labios.

—Espero que lo hayas disfrutado —dijo Ann con una sonrisa.

—Maldita sea, eres tan buena... ¿has estado entrenando con tus dedos todo este tiempo? —preguntó Silver cuando recuperó el aliento.

Ann sonrió y se tumbó en la cama y antes de que se girara para enfrentar a su amiga, ella ya estaba dormida. —Perezosa —se burló antes de girar su cuerpo hacia el otro lado de la cama.