Top Morgan hill hotel;
Un joven apuesto salió agitado de un taxi antes de que este arrancara. Lucía increíblemente atractivo en su traje negro. Su cabello blanco estaba peinado hacia atrás sobre su hombro. Era guapo y tenía pecas oscuras y audaces en su nariz que resaltaban su encanto y iluminaban su piel blanca.
Se sacudió el polvo invisible de su traje antes de caminar en dirección contraria hacia el hotel. Entró y se encontró con la recepcionista.
—Diego Salvador —dijo mientras lanzaba una tarjeta sobre la mesa.
La joven recepcionista comenzó a tartamudear mientras se perdía en su propio sueño despierto mirándolo. Era obvio que había caído por sus encantadores y raros ojos verdes. —Yo... yo... señor... —sus labios temblaban buscando las palabras adecuadas para decir.
—Apúrate, no tengo mucho tiempo —él le gritó enojado, lo que hizo que ella se estremeciera y saliera de su ensueño.