TENGO TRES REGLAS(2)

—Deja de actuar como si no supieras lo que hiciste —dijo ella con enojo.

Frunció el ceño, luciendo confundido como siempre. —¿Lo que hice? —preguntó—. ¿Cómo se supone que lo sepa si no me lo dices? —dijo—. Mira, vine aquí porque creo que me extrañas mucho y quieres que pasemos un rato juntos, pero esto es totalmente lo opuesto —Diego dijo con calma y Silver soltó una suave risa burlona.

—Tú me dijiste que estabas fuera de la ciudad —dijo ella y él se quedó helado—. ¿Entonces qué te trajo aquí, eh? —preguntó y, antes de que él pudiera responder, ella habló de nuevo—. ¿O estabas pasando un tiempo libre con tu nueva chica allí afuera? —gritó Silver, lo que atrajo la atención de las personas en el café hacia ellos.