¡NO SOY UNA RAMERA!(2)

—Ella soltó un bufido y cruzó los brazos sobre su pecho —¿Puedo saber las reglas? —preguntó Ann y justo cuando Marcos estaba a punto de hablar, su teléfono vibró en su bolsillo.

—Un minuto —se disculpó antes de bajar la cabeza y presionar su mano contra el bolsillo para encontrar su teléfono. Respiró profundamente cuando lo encontró antes de meter la mano en el bolsillo y sacar su teléfono.

—Una llamada perdida de Silver —exclamó mientras dejaba sus ojos sobre la pantalla del teléfono que mostraba la alerta de una llamada perdida de Silver.

—Necesito llamarla —dijo Ann.

—Regla número uno, Ann —Marcos gruñó antes de arrebatarle el teléfono de la mano.

—¡Oye! —gritó Ann.

—Sin hacer llamadas y de hecho, sin teléfono —con eso, Marcos levantó la mano hacia arriba antes de soltar el teléfono de su mano y aterrizó en el suelo, roto en pedazos.

Ann miró hacia abajo a su teléfono roto, congelada por un momento con la boca abierta en el proceso. Desvió la mirada hacia Marcos con enojo.