ANN ¿QUÉ HAS HECHO A MI POLLO?

Marcos soltó un pesado suspiro mientras se recostaba en la silla giratoria. Colocó su codo en el reposabrazos de la silla, buscando apoyo completo mientras se acariciaba la barbilla.

La puerta se abrió y miró hacia ella para ver a un chico adolescente caminar hacia él con una sonrisa.

—Buenas noches, señor. —El chico saludó y tomó asiento en la silla junto a la mesa.

—¿Tu nombre y cuál es tu problema? —preguntó Marcos.

—Está bien... mi nombre es Dave y tengo dieciocho años —se presentó—. Tengo problemas cuando me masturbo, señor, por más fuerte que me folle, no consigo acabar —explicó—. Incluso mi novio se quejó de esto y se está volviendo...

—¿Eres gay? —Marcos interrumpió su declaración y el chico lo miró sorprendido.

—Sí... —respondió honestamente—. ¿Y hay algún problema con eso? —preguntó Dave.

—Nada en absoluto —negó con la cabeza Marcos—. La relación no puede funcionar si no hay amor —dijo Marcos.