COÑO DESPERDICIADO

—Otro golpe grosero se escuchó de nuevo antes de que la habitación quedara en silencio —dijo y cruzó sus brazos sobre su pecho—. ¿Quién es ella? ¿Tu nueva novia? —preguntó y antes de que Dante pudiera responder, añadió—. Hmm... los chicos sí que pasan página rápido —llevó su mano derecha a su mentón y comenzó a acariciarlo.

—¿Qué haces aquí Meka? —Dante ignoró sus preguntas, molesto de que se hubiera colado en su apartamento sin avisarle.

—Vine a ver a mi hermanito, ¿hay algún problema con eso? —preguntó Meka mientras pasaba por su lado hacia la cama antes de sentarse en ella.

—Meka, que hayas nacido unos segundos antes que yo no significa que sea tu hermanito —Dante se volvió para enfrentarla con enojo.

—Bueno, ¿qué debo decir? Sigo siendo la sensata, la que dirige los negocios familiares, posee la empresa y todo eso... Mientras tú vas por ahí cazando chicas que te arruinarán y a nuestra reputación familiar —Meka jugueteó con su dedo mientras hablaba.