TE AMO

Eran las once en punto cuando Silver se despertó. Después de lo que ocurrió entre ella y Dante la noche anterior, necesitaba tiempo suficiente para recuperarse. Lentamente se deslizó para apoyar su espalda contra la pared en la cama. Se sentía muy estresada por lo sucedido anoche, ni siquiera sabe si podrá volver a ponerse de pie.

La puerta se abrió y Dante entró con una bandeja de comida en la mano. Sonrió al ver que estaba despierta pero ella se veía horrible. Parecía un zombi con el maquillaje en su rostro. Se rió mientras se acercaba a ella con la bandeja en la mano.

—¿Qué tiene gracia? —preguntó Silver mientras Dante se sentaba a su lado y colocaba la bandeja en su regazo. Se inclinó hacia adelante y le plantó un beso en la mejilla.

—Buenos días mi dulce ángel —saludó Dante.

Silver se sorprendió al principio, pero rodó los ojos, —Déjame adivinar, ¿haces todo esto por el sexo que tuvimos anoche? —preguntó.

—Silver yo...