—Ataúdes —ella tartamudeó, tambaleándose desde los ataúdes hacia Eli.
Incluso con su máscara puesta, podía interpretar la expresión que cruzó por sus ojos, había una emoción desvaneciéndose, pero el shock que ella había esperado encontrar, estaba absolutamente ausente.
Se congeló, alejándose de él en cuanto pudo ordenarle a sus piernas que se movieran de nuevo.
—Donna —él extendió su mano hacia ella con cuidado, como si ella fuera una niña y él tuviera miedo de moverse demasiado rápido y asustarla—. Ven conmigo.
Su corazón se hundió, sus palabras confirmando sus sospechas. Así que, él sabía de esto.
Apretó sus puños al lado de su cuerpo, su corazón latiendo aceleradamente, mientras la preocupación de terminar en uno de esos ataúdes, cruzaba su mente.
¿Y si esto era el fin?
¿Y si esto era lo que las novias anteriores vieron que las llevó a su repentina desaparición?
Espera, ¿repentina desaparición?