Al bajar un par de escalones, un guardia se acercó a Eli, entregándole un mensaje sobre el ataque de una Bruja en Nakunriver.
—¡Lo puso todo en llamas! —exclamó el guardia sin aliento—. ¡Casi mata a los Cabezas del Pueblo!
El mensaje había puesto a Eli un poco tenso y Belladonna había esperado tomar una excusa para atender el informe, creyendo que él asumiría que era el Uno con el Aura Blanca como siempre lo hacía.
Sin embargo, Belladona se llevó una sorpresa.
Eli había despedido al guardia con un recado en cambio, descartando el informe como si no fuera nada.
Eso era extraño.
También era extraño que el mensaje hubiera llegado a Eli tan rápidamente, debió haber seguido adelante con su plan de poner sus mensajeros en cada pueblo.
Una sensación inquietante recorrió las venas de Belladonna.
Como si no tuviera suficiente en mente sobre la Luna de Sangre y cómo el momento podría no ser favorable para ella, esa extraña actitud tenía que sumarse a ello.