Capítulo 6 - Con un gran poder, vienen mayores problemas.

La sensación de tocar la gema era algo familiar, se sentía como si hubiera sido lanzada a través de diferentes Reinos y arrancada justo de ellos, antes de que pudiera estar allí para ver algo.

Lo único que no sintió esta vez fue el dolor.

Ese que hacía que su cabeza pareciera estar a punto de estallar y desgarrarse a lo largo de las líneas del tatuaje de Thanis en su cuero cabelludo.

No se sintió así en absoluto, en cambio, era casi calmante.

Vio a los soldados de Thanatou marchando hacia Me'k, la pared desaparecida. Escuchó la voz de la mujer cuyo rostro nunca había podido ver, pero cuya presencia siempre le traía temor, su voz resonando, sonando como una canción triste.

Luego fue arrancada de nuevo, sin aliento.

Alaris estaba alejado de ella, sus ojos reptilianos habían desaparecido, ahora reemplazados por uno azul y el otro rojo.

—Lo sabía —excitación teñía su voz y sonreía de oreja a oreja.