Han pasado tres días desde que comenzó la búsqueda de Aniya y su hijo.
La búsqueda a través del bosque ha sido inútil.
Los soldados estaban cansados y quedándose sin recursos. Tenían que regresar al pueblo y reportar la situación.
Eli no quería regresar sin encontrarlos, pero era ilógico continuar la búsqueda cuando informar al pueblo ayudaría mejor a la situación, ya que ampliarían la búsqueda más allá de los límites circundantes, hacia otros pueblos en cambio.
El sol estaba poniéndose y sería mejor salir del bosque antes de que oscureciera.
Comenzaron a regresar al pueblo, pero en ese momento sucedió algo extraño.
Las pequeñas piedras en el suelo comenzaron a vibrar y la tierra empezó a temblar.
El caos estalló, y los soldados corrieron hacia el pueblo, chocando unos con otros, mientras los imponentes árboles a su alrededor caían al suelo.
Dos soldados perdieron el equilibrio cuando un árbol cayó detrás de ellos, las largas ramas golpeándolos contra el suelo.